Louis Armstrong creció en extrema pobreza en el barrio más pobre de Nueva Orleans

A principios del siglo XX. A los 7 años ya trabajaba recogiendo carbón y vendiendo periódicos para ayudar a su familia. La noche de Año Nuevo de 1913, el pequeño Louis, con solo 11 años, tomó el revólver de su madre y disparó al aire como celebración. Fue arrestado inmediatamente y enviado a un reformatorio para niños negros. Allí, el profesor Peter Davis vio algo especial en él y le enseñó a tocar la corneta.

El instrumento estaba viejo y abollado, pero para Louis fue un tesoro. Cuando salió del reformatorio dos años después, trabajaba de día y tocaba de noche en los burdeles de Storyville. El legendario Joe "King" Oliver lo tomó como protegido y eventualmente le regaló su primera trompeta decente. Armstrong siempre dijo que su arresto fue "lo mejor que le pasó en la vida" porque lo llevó a la música.

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